lunes, 24 de junio de 2013

CRISIS FINANCIERA DEL ESTADO ESPAÑOL 


 A pesar de que la rentabilidad del bono español a diez años se ha relajado en este inicio de 2013 (el año pasado la rentabilidad rondaba el 7% ahora ha pasado a estabilizarse en torno al 4,2%) esta cifra es todavía demasiado alta y supone un coste adicional que no ayuda a cumplir con los objetivos de déficit. ¿Por qué los inversores no se fían de España? ¿Qué estamos haciendo mal?.

Se puede delegar la culpa en la especulación de los grandes fondos o en la negativa del Banco Central Europeo para adquirir deuda española; razones que afectan de forma negativa en la financiación española, pero la realidad es que España presenta varias razones por las cuales se nos exige una rentabilidad altísima a la hora de colocar deuda. No generamos confianza y ese es el principal problema que nos tiene casi cerrados a los mercados y está generando una fuga de capitales muy elevada en nuestro país.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

- Déficit oculto: Para el año 2011 nos comprometimos a presentar un déficit no superior al 6%. Después de remitir nuestras cuentas a Bruselas en las cuáles establecíamos un déficit del 8% (ya nos habíamos pasado de forma considerable) aparecen posteriormente comunidades como Madrid, Valencia y Castilla León presentando un déficit oculto que hizo elevar el agujero del Estado hasta casi el 8,9%.

En 2012 el compromiso de déficit público pactado con Europa fue de un total de 6,3% del Producto Interior Bruto. Como hemos sabido hace poco el déficit alcanzado por España en 2012 ha sido del 7,1% (sin contar el rescate bancario que computa como deuda y no en déficit).

Resulta destacable que si tenemos unos datos (como es el déficit) que se dan en porcentaje respecto al Producto Interior Bruto; y dicho PIB disminuye (como está ocurriendo en estos años de recesión) el déficit va a tender a ser mayor. Por ejemplo: Supongamos que el PIB español es 10 unidades y el déficit es un 1 unidad lo cual supone un 10% del PIB. Si el PIB disminuye a 8 unidades y el déficit se mantiene constante en 1 unidad, su porcentaje va a aumentar automáticamente a 12,5. Esto está pasando a España y es una de las causas de que las estimaciones no se cumplan. Por muchos recortes y ajustes que se realicen el déficit no disminuye respecto al PIB ya que la economía española esta lejos de presentar crecimiento.

En el año 2013 el compromiso de déficit con Europa esta fijado en el 4,5%. El Estado registró un déficit de 25.007 millones de euros en abril, un 2,38% del PIB, frente a los 24.763 millones del mismo periodo del año anterior, un 2,36%. Los gastos financieros aumentaron un 10,6%, hasta 12.591 millones. Con un simple vistazo a la economía española la conclusión que se saca es que va a ser realmente difícil cumplir con el objetivo por mucho esfuerzo que se lleve a cabo. Comunidades Autónomas como Cataluña, Valencia, Murcia,… son comunidades que están técnicamente en quiebra que no pueden hacer frente a sus pagos y presentan una deuda muy elevada y si analizamos la comparativa con los años 2012-2013 a fecha de abril el Estado presenta un déficit mayor en el presente año.

- El agujero del sistema financiero: Nuestro sector bancario presenta un agujero de entre 51.000 y 62.000 millones de euros ya confirmado por las asesoras Roland Berger y Oliver Wymann. Debido a ello España ha tenido que pedir un crédito o rescate a Europa por valor de hasta 100.000 millones. La situación se agrava con dicho crédito o rescate. De hecho la consecuencia principal es el aumento de la deuda española por importe del préstamo. Deuda que la tendría que asumir el sector bancario pero bien claro quedaba en el comunicado del Eurogrupo sobre el rescate del sector financiero que el responsable sería el Estado español. Por tanto tenemos una deuda bancaria que se va a trasladar a la deuda pública.

Como consecuencia del aumento de la deuda el Estado español tendrá más posibilidades de entrar en quiebra y por tanto el coste de la financiación seguirá siendo elevada hasta que no se vaya evolucionando la situación de los bancos rescatados. Es más, el dinero para la recapitalización del sector bancario está saliendo del MEDE ( Mecanismo Europeo de Estabilidad) , por tanto, la nueva deuda tendrá prioridad a la hora de ser cobrada (seniority). Esto quiere decir que la deuda anterior al rescate tiene más riesgo que la deuda del rescate bancario y por tanto más de lo mismo: mayor coste de financiación del Estado.

- Deuda pública: La deuda española no hace más que ir en aumento. El alto déficit que llevamos presentando desde 2008 y que parece que no se va a reducir de forma fácil debido a la gran caída de los ingresos estatales y los recortes y las subidas impositivas no parecen ser la solución. La deuda pública española se sitúa en torno 80% de PIB pero por el préstamo a la banca por el agujero financiero si se realiza a través del FROB y el alto déficit la deuda pública española aumentará hasta casi el 100% del PIB en los próximos años. Cabe citar que la deuda pública española en 2007 se situaba en torno al 36%.

- Comunidades Autónomas: El anuncio de parte de varias Comunidades Autónomas de su solicitud de fondos al Fondo de liquidez por no poder hacer frente a sus vencimientos es una muestra del desajuste que sufre nuestro sistema autonómico. Cataluña, la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Murcia son autonomías técnicamente en quiebra: no pueden hacer frente a sus pagos y su endeudamiento es brutal.

- Facturas impagadas: Los municipios y ayuntamientos españoles presentaron en 2011 dos millones de facturas impagadas por un valor que asciende a casi los 10.000 millones de euros. En 2012 la cantidad fue de 9500 millones de euros. Actualmente esta en marcha el  plan de pago a proveedores de 2013 pero veremos que resultados ofrece. Con este plan se dar cumplimiento de la directiva europea de morosidad, que obliga a pagar a proveedores en 30 días.

Conclusiones


Todos estos puntos son razones que los inversores tienen muy en cuenta a la hora de prestar dinero a España. Ven un alto riesgo de quiebra por parte del Estado español y unas perspectivas económicas no muy favorables. La solvencia de España está en duda, aunque el principal problema es la falta de liquidez. Los datos del PIB y las perspectivas económicas que nunca llegan a cumplirse no son datos que ayuden a mejorar esta situación: o se mejora en estos aspectos y se vuelve a crear confianza o la financiación del Estado español tiene un futuro bastante negro.

Medidas como bajar impuestos a empresas, fomentar el empleo y la contratación, realizar inversiones productivas, etc están lejos de cumplirse. El problema financiero parece ser la prioridad frente a todos los demás y hasta que no se consiga solucionar no veremos su mejoría y traslado a la economía real.


Adrián García Hidalgo

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